1.- Comprobar el nivel de carga de la batería. Si conoces bien tu coche y sabes como suena puedes darte cuenta de que la velocidad del motor de arranque no es la normal, indicando que la batería no está cargada del todo, por lo que te aconsejamos que lleves tu coche al taller.
2.- No dejes tu coche demasiado tiempo parado. Es aconsejable mover el coche mínimo una vez a la semana para recargar el alternador y mover el motor, sobre todo en invierno.
3.- Protégelo del frío. Una forma fácil es resguardar tu coche en el garaje para que sufra menos. Si no dispones de garaje puedes cubrir el vano motor, bajo el capó con una manta.
4.- Evita los trayectos cortos. Evitar los pequeños trayectos donde no puede llegar a recargarse, o asegurarnos de que cogeremos el coche periódicamente para que llegue a cargarse al máximo.
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